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Comprobar nuestra lista de correo es garantía de entregabilidad

Una estrategia de email marketing se basa, entre otros, en una base de datos de contactos/leads a la que enviar información, ya sea a demanda o por iniciativa nuestra. Y una de las claves para que los envíos tengan éxito es que los emails lleguen a la bandeja de entrada de nuestros suscriptores, algo que vamos a conseguir si hemos hecho tareas como limpiar la lista de correo.

Entregabilidad, la llave del éxito de una campaña de email marketing

Entregabilidad es la palabra con la que se ha traducido el término inglés deliverability y hace referencia a cuántos emails que enviamos en una campaña llegan al inbox del suscriptor. Para que los mensajes que enviemos lleguen a su destino hay una serie de acciones que debemos hacer para garantizarnos una alta tasa de emails entregados, entre las que se incluyen el “calentar IP”, para que los gestores de correo reconozcan nuestros envíos como pertinentes.

Controlar los rebotes para validar la lista de correo

También debemos tener en cuenta los rebotes, que son las direcciones a las que no llegan los mensajes. Básicamente hay dos tipos de rebotes, rebotes blandos y rebotes duros.

Rebotes blandos son los que se producen cuando el buzón del receptor está lleno o cuando nos devuelve un mensaje por vacaciones o ausencia. Hay que controlar, sobre todo, aquellos que vienen por buzón lleno, porque se puede tratar de cuentas que ya no se utilizan. Lo mejor es limpiarlas de nuestra BD.

Rebotes duros son los que se producen porque la cuenta ya no existe o está mal escrita. Es fundamental comprobar la lista de correo y quitar estas direcciones ya que un número excesivo de rebotes duros nos va a bajar la cuota de entregabilidad o incluso provocar que los gestores de correo (Outlook, Gmail, YahooMail, etc.) envíen nuestros emails a la bandeja de spam.